El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la escuela
los hábitos que ha aprendido. Ni respetará, ni empatizará con los profesores,
ni con sus compañeros.
Mediante la socialización los niños tienen la oportunidad de hacer
amistades; relación donde está la comprensión, confianza, intereses comunes y
valores compartidos.
Tal vez algunos niños influenciados por el comportamiento de sus padres
sean más abiertos, les gusta conversar y conocer gente nueva; se integran más
fácilmente en la escuela, participan en los juegos, comparten las tareas con
sus compañeros, son invitados a los cumpleaños, etc. Para otros sin embargo, le
es muy difícil lograr relacionarse con otros niños dentro y fuera de la
escuela.
La importancia de motivar a nuestros hijos a relacionarse con otros niños,
radica en una sana personalidad. Ya que esto permitirá a los niños aprender a
evitar conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurran. Los niños manejarán muchos tipos de conductas en la escuela, como en la casa, sin embargo es importante que sepan de que manera actúa su hijo, pues hay veces que son muy callados, latosos, envidiosos, y manifiestan esa conducta por una razón, la cual los padres deben de conocer para que más adelante no tenga problemas el niño.
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